Resumen- La salud mental es un aspecto fundamental del ser humano que requiere atención y cuidado tanto como la salud física. El entrenamiento de la mente brinda la oportunidad de mejorar la capacidad de introspección y auto-conocimiento, lo que contribuye a una regulación conductual y emocional más asertiva. Este texto está dirigido especialmente a los trabajadores del sector salud quienes se enfrentan en su labor diaria a situaciones de estrés, vulnerabilidad y dolor ajeno. Trabajar la mente con la práctica de ejercicios psicológicos aumenta la efectividad con la que se afrontan los momentos de tensión e incertidumbre.

La naturaleza de la mente y su interacción con el cuerpo continúa siendo un terreno misterioso y tema de numerosos debates filosóficos. Aun así, existen una variedad de herramientas psicológicas que nos ayudan a potenciar y manejar facultades mentales ―percepciones, emociones, pensamientos― para tener mayor entendimiento de nosotros mismos y de nuestras acciones.

La Organización Mundial de la Salud considera que “la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. La salud mental y el bienestar son fundamentales para nuestra capacidad colectiva e individual de pensar, manifestar sentimientos, interactuar con los demás, ganar el sustento y disfrutar de la vida. Sobre esta base se puede considerar que la promoción, la protección y el restablecimiento de la salud mental son preocupaciones vitales de las personas, las comunidades y las sociedades de todo el mundo”.

Actualmente nos encontramos en una época de cambio e incertidumbre debido a la emergencia sanitaria provocada por la enfermedad causada por el Coronavirus, la cual ha afectado a miles de personas a nivel mundial y ocasionado la necesidad de un confinamiento preventivo en el país. Cuando se genera un evento que pone en riesgo nuestra salud, con frecuencia suele haber un desequilibrio emocional en el que debemos utilizar recursos y herramientas psicológicas para afrontar el cambio en nuestra rutina personal y laboral, el distanciamiento social y una convivencia más intensa con los integrantes de la casa. El objetivo del texto es destacar la importancia del entrenamiento mental bajo la metodología de «Evaluación, Preparación y Estimulación de Habilidades Psicológicas», con el fin de aumentar las capacidades individuales para enfrentar diferentes situaciones desafiantes a corto, mediano y largo plazo.

Evaluación - Desarrollo personal positivo

      Construir y trabajar el sentimiento de felicidad o bienestar es una de las tareas principales para el desarrollo de una mejor calidad de vida. Las emociones son fluctuantes durante el día y, por lo tanto, los sentimientos de felicidad van y vienen. Los estudios psicológicos denominados «Psicología Positiva» sugieren que “los individuos pueden fortalecer intencionalmente su capacidad para experimentar y maximizar emociones positivas, lo que, se ha demostrado, mejora la salud física, emocional y social” (Esguerra, 2006, p. 313).

Para lograr generar y adoptar mayor cantidad de experiencias positivas, incluso durante momentos de cambio o estrés, llevar a práctica una autoevaluación diaria es de gran conveniencia. Esta evaluación puede realizarse desde el comienzo del día de forma escrita, oral o mental y ayuda a tener mayor conciencia de las emociones y pensamientos individuales presentes. Las herramientas de auto-escaneo contribuyen al proceso de re-direccionamiento de hábitos de pensamiento y diálogo interno negativos, dando paso a un mayor conocimiento de las percepciones, comportamientos, actitudes y rasgos que caracterizan a cada individuo. Los ejercicios se elaboran a partir de las diferentes áreas de autoconocimiento listadas a continuación:

Teniendo en cuenta que el personal del sector salud es uno de los más expuestos a situaciones de crisis, como las ocasionadas por el COVID-19, el entrenamiento de habilidades psicológicas positivas se torna crucial para disminuir los niveles de estrés, sentimientos de ansiedad y miedos que se puedan generar. El objetivo es convertir esta práctica en hábitos diarios que contribuyan a resaltar rasgos individuales más positivos y funcionales como la capacidad de resiliencia, la comunicación asertiva y la visualización positiva. María Teresa Lluch (2020), en su texto Decálogos de Salud.

Preparación - Actividades y herramientas de autocuidado

Las diferentes actividades y/o herramientas que se pueden utilizar para el entrenamiento mental deben estar adaptadas a los rasgos de personalidad, rutinas y proyecciones de cada individuo. Es conveniente que la instauración de nuevos hábitos saludables se haga de forma progresiva junto a una retroalimentación de los resultados. Como lo afirma el licenciado en Ciencias Sociales Pedro Alonso García (2009) la preparación psicológica implica el manejo de habilidades y herramientas mentales con el objetivo de ayudar al individuo a encontrar actividades que potencien un mejor desarrollo emocional, conductual, capacidad de rendimiento y goce.

A continuación, se hará una breve descripción de los principales campos que guían los ejercicios y estrategias mentales más relevantes para afrontar la cuarentena y las dificultades ocasionadas por el COVID-19:

       * Establecimiento de rutinas

Las rutinas son un mecanismo mediante el cual una persona repite hábitos con constancia y regularidad. Crear espacios saludables y patrones de conducta que activen diferentes partes del cerebro es ideal para comenzar el cuidado de nuestra mente. Además, se propone como un hábito indispensable establecer lo que llamo “una hora para ti”, un tiempo individual para realizar algo específico que nos agrade. Esto brindará un espacio diario de actividad positiva y consciente que nos lleva a aprender a convivir con nosotros mismos. Durante un periodo de confinamiento, las rutinas ayudan a tener una mejor organización del tiempo y por lo tanto los hábitos varían según la persona y suelen ser cortos y fáciles de llevar a cabo en varios momentos del día.

       * Ejercicios Emocionales

Las emociones hacen parte esencial del direccionamiento de nuestra conducta y es de gran importancia aprender a no tener miedo de sentir ya sea una emoción positiva o negativa. Los ejercicios emocionales tienen el objetivo de entrenar el auto control emocional haciendo una identificación más rápida de nuestras emociones y su posible causa: ¿qué me hace sentir esta situación? ¿Tengo más de un sentimiento/emoción frente a esto? ¿Por qué estoy sintiendo esto? De esta forma podemos canalizar y entender mejor lo que estamos sintiendo y evitamos una descarga emocional hacia otra persona de la casa con la que convivimos.

       * Ejercicios Cognitivos

Constantemente el ser humano está expuesto a una gran cantidad de estímulos visuales, auditivos, olfativos, del tacto y del gusto, los cuales generan una variedad de pensamientos. En situaciones estresantes la mente puede sentirse “abrumada”, causando que no tengamos claridad de cómo resolver los problemas o cómo cambiar el estado de ánimo a uno más tranquilo o positivo. Los ejercicios de esta área se direccionan a calmar nuestra mente para lograr una mejor concentración y análisis de la situación, disminuir la severidad de nuestra autocrítica y aumentar la capacidad de resiliencia.

Ejecución - Inteligencia emocional

      En situaciones atípicas, es de gran utilidad establecer una estrategia psicológica individual que contribuya a disminuir con rapidez las sensaciones de ansiedad y logre generar un enfoque en lo que se puede controlar. El humano es un ser emocional con la capacidad para razonar, por lo que muchas acciones se ven influenciadas de forma significativa por la emoción que se desata ante una situación, persona u objeto. La clave es poder identificar, regular y utilizar las emociones para enfrentar las situaciones de la vida cotidiana de una mejor manera.

El término de inteligencia emocional fue propuesto en 1995, por el Dr. Daniel Goleman quien lo define como: “La capacidad de motivarnos a nosotros mismos, de perseverar en el empeño a pesar de las posibles frustraciones, de controlar los impulsos, de diferir las gratificaciones, de regular nuestros propios estados de ánimo, de evitar que la angustia interfiera con nuestras facultades racionales y por último, pero no por ello menos importante, la capacidad de empatizar y confiar en los demás” (Nieto, 2012, p.2). La inteligencia emocional forma parte esencial del trabajo en el entrenamiento mental ya que genera una reflexión más activa de las acciones y pensamientos que resulta en un mejor aprovechamiento del tiempo donde se incluyan momentos de relajación mental y descubrimiento de nuevas habilidades.

La situación actual de aislamiento social es un claro ejemplo en el que podemos experimentar sentimientos de angustia, aburrimiento y/o ansiedad que de no ser abordados pueden generar periodos extensos de malestar. Generar espacios para la identificación, procesamiento y reestructuración de las emociones contribuye a establecer un aumento de la motivación y un cambio de actitud eficaz.

Conclusión

El cuidado de la salud mental afianza y estimula habilidades y fortalezas personales que ayudan a mantener una mejor calidad de vida. Las condiciones actuales de incertidumbre generadas por la emergencia sanitaria afectan de forma directa a los médicos y trabajadores del sector salud, por lo que la práctica de ejercicios mentales lleva a una mejor preparación para utilizar al máximo los recursos individuales y disminuir sentimientos de angustia, depresión y miedos. El estado psicológico, trabajado de una forma específica, puede generar mejoras en el rendimiento y, por el contrario, si se descuida puede generar grandes desventajas.

Alonso, P. (2009). Importancia de la Preparación Psicológica en el Rendimiento Futbolístico. Venezuela. Disponible en: https://www.efdeportes.com/efd130/ importancia-de-la-preparacion-psicologica-en-el-rendimiento-futbolistico.htm

Eguerra, G. (2006). Psicología Positiva: una nueva perspectiva en psicología. Bogotá: Universidad Santo Tomás, Colombia. Disponible en: http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1794-99982006000200011

Lluch-Canut, M.T. (2020). Decálogos de Salud Mental Positiva adaptados a diferentes situaciones y/o personas afectadas por circunstancias de la pandemia de Coronavirus COVID-19. Barcelona: Colección OMADO, Deposito Digital de la Universidad de Barcelona. Disponible en: http://hdl.handle.net/2445/155018

Nieto, A. (2012). Inteligencia Emocional. Guanajuato: Universidad Virtual de Guanajuato, México. Disponible en: http://www.ascodes.com/wp-content/uploads/2017/11/Inteligenciaemocional.pdf

Organización Mundial de La Salud (2019), Salud Mental. Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/facts-in-pictures/detail/mental-health